El 8 de Diciembre se llenó de gente el portal de la 170 en Bogotá.
Todos ibamos rumbo a Villa de Leyva. Fue difícil llegar, había un embotellamiento
en el puente de Sogamoso, ya que las luces que había en este lugar, demoraba a los visitantes.
Lo que sucedió es que se festejaba el día de las velitas.
Una tradición que se extiende por toda Colombia desde 1986 donde miles de
personas hacen homenaje a la Virgen María. Los pobladores me contaron que, para
la tradición Católica, las velitas
significan la luz de la Virgen María y las velas con las que llegaban los
peregrinos el día del nacimiento de Jesús.
El festejo se hace en todo el país y con el comienzan los
festejos navideños del mes de Diciembre. En Colombia todos los pueblos decoran
con luces las plazas principales y hacen fuegos artificiales. Otros hacen
fiestas donde predomina la música tradicional de cada región.
Lo cierto es que este día Villa de Leyva se convirtió en una
gran fiesta con cerveza y guarapo como protagonistas, desde la mañana el pueblo empezó a llenarse de
gente y en la noche explotó el baile.
Villa de Leyva es un pueblo de Boyacá por el cual uno no
puede dejar de pasar si viene a
Colombia. Fundada en 1572 conserva una
arquitectura colonial, tapias de adobe p,
calles de piedra y la típica construcción de los barrios coloniales hechos por
españoles. La plaza central es gigante, las casonas alrededor y todas las calles
empedradas son hermosas. Es uno de los
pueblos más bonitos de Colombia.
Estoy agradecida de haber estado en este lugar, sobre todo con la familia de la charcutería Lomos, que sabiendo que soy vegetariana...se coparon! jaja. Gracias a Laurita, Maria Teresa y Jorge. También a todo el parche del camping que sin ellos, no hubiera sido tan divertido.
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